martes, 26 de julio de 2011

CAVALLS DEL VENT – EL INFIERNO SEGÚN DANTE –



  • “Capitán, ¿cómo es Flandes? Lo he visto cientos de veces en los mapas, pero nunca he estado allí.
  • Excelencia, si el infierno existe, eso es Flandes. Hay veces que nunca sale el sol, pero cuando lo hace se excede. Hay una humedad que te corroe los huesos sin piedad. Excelencia…cuando Dios pensó en el infierno creó Flandes”.

Así describió Flandes en una de sus novelas del Capitán Alatriste, mi otrora admirado Pérez Reverte antes de convertirse en el nuevo inquisidor y reaccionario del siglo XXI. Pero esto es otro tema.

CAVALLS DEL VENT. Fue dantesco y haciendo nuestra la metáfora de Pérez Reverte, el Pirineo catalán fue nuestro Flandes.

Sufrimos de todo, ventisca furiosa castigándonos con frío, sol radiante fustigándonos sin piedad (da fe el Web con sus marcas en los brazos cuando no llevaba “manguitos”), una humedad que “calaba los huesos” y el escenario final: LA NIEBLA. Una niebla tan densa que a las tres de la madrugada no nos dejaba divisar, a escasos 50 metros, el refugio de Sant Jordi.

Tal vez esto no sea una crónica convencional pero es que después de experimentar esta vivencia, no veo muy claro caer en el típico tópico el narrar: “qué se puede hacer en menos tiempo”,” si lo preparo lo hago mejor”, “el año que viene lo hago en tres horas menos”… ¡¡¡Qué más da!!! ¿Sabéis lo que me llevo?: el espíritu sano y el ambiente que se vive en las montañas. La competición fue el infierno pero el ambiente el cielo. Quiero destacar lo bien que nos trataron en todos los refugios, pero sobre todo en el nuestro, EL REBOST (muchas gracias Alba) y en el LLUíS ESTASENY, donde nos trataron como héroes cuando se dieron cuenta que competíamos en 24 horas. Al llegar a cada refugio y decir que la modalidad en la que competíamos era la de 24 horas, la gente te hacía sentir por instantes como el propio Kilian Jornet, el cual haciendo un paralelismo es el Capitán Alatriste del siglo XXI entre otros muchos deportistas como Marcel Zamora, Eneko Llanos, Mireia Miró, David Meca… gente de distintos deportes pero todos con un denominador común: la larga distancia y por consiguiente, el sacrificio. Gente que han dado muchos triunfos al deporte español y son menos reconocidos que cualquier jugador de un equipo filial de fútbol.

Lo que más me ha cautivado fue, cuando ya de madrugada, uno de los nuestros, víctima del agotamiento y los malditos cuádriceps que no le dejaban seguir, tuvo que alojarse en un refugio que no estaba en la ruta, por lo que tuvimos que desviarnos levemente hasta allí. Al avisar de nuestra llegada y explicar el caso, nos dimos cuenta que aquello no era el refugio, era una casa particular en medio de la montaña. Pero lo gratificante y lo que define lo que quiero expresar es que lo acogían gustosamente por solidaridad: eso es la montaña.

Y, por último, descubrí lo que es correr y hacerlo en equipo: se trata de tener una empatía máxima con tus compañeros; compartir energía, ilusiones y sufrimientos; tener un compromiso moral y compartir un objetivo personal y deportivo; compartir ilusión, sentimientos, emociones…cosas que no se pueden tocar pero están ahí, que llegan cuando menos las esperas, pero las percibes, a veces en los momentos buenos y otras en los malos; saber escuchar sin decir palabra; saber gestionar los momentos difíciles. Esto me ha enseñado que la fuerza de un equipo es la fuerza del más débil en cada momento y saber aplicar a cada golpe de bastón en este caso, porque el sacrificio es épico.

En fin, en resumen, esto es lo que me llevo de CAVALLS DEL VENT. El orgullo de pasar a su leyenda y sobre todo, esa sensación de trabajar en equipo en un deporte individual.

  • Muchas gracias Diego y Abel, sin vosotros no lo hubiera conseguido.
  • Belén, gracias por ser mi fiel compañera, aguantarme, comprenderme e implicarte en todas estas “mis historias”. Soy muy afortunado de tenerte a mi lado.

          SALVA CUÑADO

lunes, 25 de julio de 2011

CAVALLS DEL VENT (2ª Y DEFINITIVA PARTE)


364 días habían pasado desde que el año pasado Salva (El Cuñao) y yo, nos tuvimos que retirar por lesión de Cavalls en el refugio del Serrat de les Esposes y desde entonces sabíamos que había que volver y vengarse …. Yo tenía muy claro que era imposible que hubiéramos acabado el año pasado, pero Salva tenía el runrun ese en la cabeza que le decía que sí, “…total nos faltaban 2 refugios”, este año hemos podido comprobar que hubiera sido una auténtica temeridad, pues ya era de noche cuando nos retiramos y nos quedaba uno de los trayectos más duros y técnicos, habríamos acabado pasando la noche a la intemperie y con la lesión de Salva hubieran tenido que venir a por nosotros.

Este año además nos acompaña mi hermano Abel “las voy a …”, con quien fuimos finishers de la GR10XTREM, temblad Cavalls, vuelven “Los chicos de los bastones”, esos que no son muy rápidos, pero con los que te vas a reir como en la vida.

¿Qué es Cavalls?
Casi todos sabemos en que consiste Cavalls, en extracto, un recorrido entre ocho refugios de alta montaña en el Valle del Cadí-Moixerón (Barcelona), con un recorrido en torno a los 85/90 km (muchas veces depende de si cambias recorrido, te pierdes…) y con un desnivel acumulado de más de 10.000 metros, se puede realizar en tres modalidades (además de poder hacerlo por libre), sub-24h, sub-36 (haciendo noche en un refugio intermedio) y travesía (3 días). Desde que se realiza la Nature Trails, la carrera oficial en el mes de octubre, muy poca gente lo intenta en sub24, ese era nuestro reto.

¿Cómo me apunto?
Desde la página oficial http://www.cavallsdelvent.com/ ellos se encargan del forfait y de la reserva en los refugios. El forfait y la paga y señal son 55 euros. A nosotros (por barba) las dos pernoctas, gasolina, autopistas, cena en el refugio, comida del domingo, … 140 euros.

Los refugios.
Saliendo como hacemos nosotros un viernes desde Valencia, lo mejor es buscar uno que tenga un buen acceso, si no es con el coche hasta la puerta, pues que quede relativamente cerca. Nosotros el año pasado salimos del Lluis Estasen y este año desde el Rebost. Decidimos cambiar porque con los que sabíamos del año pasado es el que mejor se ajustaba a nuestras previsiones.El Rebost lo llevan Jordi y Anna, y les ayuda Alba, el trato ha sido increíble, el viernes llegamos hora y media tarde, cuando ya habían cenado todos, y aún así nos dieron cena de caliente, hay que pensar que aquello no es un hotel, y a las 11 todo el mundo tiene que estar en silencio ya que apagan las luces. Después de cenar nos dieron nuestra bolsa de Cavalls, con un frasquito de crema solar, la camiseta oficial (mucho más bonita y espectacular que la del año pasado) y el pasaporte en el que hay que poner el sello de cada refugio.

Material.
El normal para correr en montaña: unas buenas zapas, pantalón, camiseta, gorra y bastones (para nosotros tres imprescindibles, no en vano Anna “misjueves” nos bautizó como "Los chicos de los bastones" en su crónica de la GR10) …., y luego los extras que cada uno quiera: gafas de sol, mochila con camel, botiquín (siempre con compeeds), vaselina, medias altas, un chaleco, una muda, unos manguitos……
El punto más importante es el de la comida; se puede comer en los refugios pero se pierde tiempo (y no estamos para ir perdiéndolo). Nosotros optamos por llevar (cada uno) tres dosis de compota de plátano (de la de Decathlón), pastillas de Dextrosa (ummmm que ricas!!!), una bolista individual de orejones, dos bocadillitos pequeños de nocilla y para comer un bote individual de ensalada de pasta Hacendado. La cena en el Lluis Estasen, a base de dos platos de caldo con verduras y pasta y uno de pollo al horno con patatas (pero a velocidad de vértigo). En cada refugio coca-cola y cerveza…
Y la madre de todos los gadgets, el Garmin con la ruta grabada no como mi hermano, juasjuas ……y como con la batería no es suficiente, el otro gadget, el cargador portátil del decathlon. Yo soy un enamorado del bicho como lo llama el Cuñao, pero es que sin el garmin no me atrevo a hacer nada de esto, ya que, aunque la ruta está perfectamente indicada, llegan momentos que te puedes despistar, la niebla, la lluvia,…. Viva marigarmin!!!!!
La aventura
A las 5:30 en planta, bajamos al comedor donde nos han dejado el desayuno preparado y con la luz de los frontales empieza el ritual de la vaselina, repasar el material (por enésima vez), llenar los camel, …. abrimos la puerta y comprobamos que hace un frío de cojones, la niebla queda por debajo de nosotros, así que con las primeras luces del día, nos ponemos en marcha:

1º tramo Rebost-Niu de l’Áliga.
Salimos desde los 1640 metros del refugio y nuestro destino son los 2537 del Niu de l’Áliga, obviamente todo para arriba. Para romper el frío salimos en vertical hasta el Coll de Pal, atravesamos unos prados, y dirigimos nuestros pasos hacia el Cap Serrat Gran (2400 m.). Aquí ya hace mucho frío y además sopla viento. El paisaje ha cambiado, de los prados y los pinos ya no queda nada, ahora son tarteras y piedra. Al llegar al refugio tenemos vistas de la estación de esquí de La Masella a un lado, y al otro, las vistas del valle del Cadí que invitan a quedarse un rato, pero tenemos dos problemas, uno, el frío, y otro, que nos quedan siete refugios. Café con leche para todos. No es un tramo complicado ni excesivamente duro, pero el año pasado aquí tuvimos un poquito de ventisca que te lo puede complicar bastante.


2º tramo Niu de l’Áliga-Serrat de les Esposes
La salida desde el Niu es “todo para abajo, …..aparta que te arrastro”, bajada muy técnica por el poco agarre que ofrece la superficie, todo piedra suelta, además es una bajada bastante larga, y es fácil que aparezcan las temidas ampollas, como así les ocurre a Salva y a Abel. Al acabar la bajada, nos hidratamos (importante el agua como dijo Vicente en su post anterior, como dato os digo que yo me metí casi 10 litros durante la travesía), y en marcha. A este tramo le teníamos mucho respeto, pues es donde el año pasado nos despistamos/perdimos un ratito, y además luego se lesiono Salva, pero este año parece que todo viene rodado, y no nos cuesta nada encontrar el desvío, y con algo de suerte encontramos la marca que desde el Collet Marginós nos dirige al prado de Moixeró. En el prado, como en las pelis, todo vacas y caballos, y las mierdas que hacen las criaturas que te envuelven la zapa en cuanto la pisas. Por aquí todo es prado, probamos a correr un poquito, pero rápidamente lo dejamos, ya que tenemos que bajar el torrente, bajada muy técnica y resbaladiza por lo húmedo del sitio, salvo algún uyyyyyyy, nadie va al suelo, lo dicho, parece que todo tenía que salir bien. De aquí al Serrat, una pista en buenas condiciones, para después de subir un repechito, reencontrarnos con el refugio del Serrat, donde el año pasado tan bien nos trataron al tener que retirarnos. Más compeed, coca-cola para todos (y algo de comer…), breve xarraeta con un skyrunner que se retiró, y a la marcha. El siguiente refugio está a poco más de una hora. En este tramo hemos subido unos 360 metros de desnivel positivo y 1.455 m. negativos.

3º tramo Serrat de les Esposes-Cortals d’Ingla
Muy suave, apenas se suben 195 metros y casi todos a la salida, y bajamos unos 100, la gran mayoría discurren por una pista medio asfaltada, es el único tramo así, nos cruzamos con algunos coches, y enseguida pillamos el desvío de la Font Freda, donde probamos el agua. A estas alturas yo me acabo de comer mi primera torrija del día, pero me he recuperado bastante bien y rápido. El refugio es el más pequeño de todos, nos tomamos la famosa bebida refrescante, rellenamos los camel. En este refugio tienen un croquis de los tiempos de paso de un día que el gran Kilian Jornet (nacido a pocos km de aquí) hizo una tiradita, y del que sacamos dos conclusiones: la primera, vamos con casi 1 hora de ventaja sobre las 24h, y la segunda, que Kilian es de otro planeta, entrenando lo hizo en 9:10h.

4º tramo Cortals d’Ingla-Prat d’Aguiló
828 m. de desnivel positivo y 321 m. negativos; muy duro, de los más, nos lo habían “vendido” como de subida sostenida, y será así, pero en los Pirineos, y nosotros somos de la Calderona (y a mucha honra) y eso se nota, mi hermano peta a mitad subida, y decidimos parar a comer en medio de un bosque de pino negro, con las pilas medio cargadas, seguimos subiendo, algún tramo técnico exige trepar y apoyarse con las manos. Un poquito (muy poquito) de bajada y a atravesar una larguísima tartera con algún precipicio que hace que haya superado mi problema de vértigo; bajada por una senda con bastante mala leche y a seguir subiendo hasta el refugio. La sensación con este refugio es muy como la de Sant Miquel en la MIM, es decir, te lo enseño, lo ves???,…. está ahí abajo, verdad??, pues tranquilo que ahora bajas como un cabrón y te lo vuelvo a poner arriba, pero al final se llega. Son las cuatro de la tarde, el guarda, un tío la mar de majo, nos dice que hasta el siguiente (Lluis Estasen) tenemos 3:30/4h, que la única dificultad del tramo es una subida de algo menos de dos kilómetros, pero en la que se suben 400 metros de desnivel, en ese momento nos parece bien, ya que después de la subida todo es llano y luego bajada.

5º tramo Prat d’Aguiló-Lluis Estasen.
470 m. desnivel positivo y 810 m. negativos; a bote pronto resulta accesible …… para mí (y mis dos compañeros) el más duro junto con el de Sant Jordi. Desde el mismo refugio se empieza a subir y no se para hasta llegar al “Pas del Gosolans”, primero se sube por una senda que desaparece rápidamente para empezar a subir por piedra suelta, y algunos tramos que obligan a apartar los bastones y usar las manos, hay que echarle un buen par de pelotas para subir, especialmente cuando te crees que ya lo tienes medio hecho y te cruzas con alguien que te dice “…ahora viene lo duro, te falta media horita…”, de su padre, de su madre….. de todos me acordé. Arriba nos cruzamos con un chaval que bajaba del Comabona que nos hizo un par de fotos, y para abajo hasta el Lluis Estasen, prado al principio, pista con piedras sueltas después y una buena pista forestal para acabar en el refugio. A mitad camino a Abel le ha dado una buena torrija, pero se recupera pensando en la cena.
La cena como he dicho antes, todo atenciones para el sub24, mucho ambiente en este refugio que es el más grande todos y en el que más gente suele haber pues muchos se animan a escalar el Pedraforca a cuyos pies se encuentra el refugio. Durante la cena me noto (y me notan) bastante nervioso, no quiero enfriarme que es lo que me mata, así que mientras cenamos, aprovecho para cargar el garmin, rellenar el camel, llenar otro bidón extra de agua, repasar el frontal ….. falta poco más de una hora para que empiece a anochecer ….. que miedo,que miedo!!!!!6º tramo Lluis Estasen-GresoletCon el frontal apagado pero ya en la cabeza nos lanzamos a por el Gresolet, un perroflauto de los del Lluis Estasen, nos comenta que corriendo en media hora estamos ahí, para acto seguido decir “…aunque yo no he corrido en mi vida”. El año pasado fue el primero que hicimos, era completamente de noche, y con los tortazos que nos pegamos tardamos casi hora y media, objetivo llegar en una hora, aún con luz. El tramo es prácticamente todo de bajada (570 m. de desnivel negativo), y con las pilas cargadas por la cena, y después de mucho sudar por la gran humedad del trayecto que discurre por la parte baja de un valle todo cubierto de vegetación, con algún torrente,… llegamos al Gresolet, refugio que está tomado por los scouts de la zona. Sellamos el pasaporte, confirmamos con el guarda que en la primera parte, podemos obviar las indicaciones y durante unos 3km aprovechar la posibilidad de ir por una buena pista forestal, en lugar de por el camino, ya lo hicimos el año pasado. (Nota del autor: esto no es ser un esquinero, un recortador, …se trata de estudiar las posibilidades que ofrece el valle y optar por la que en cada momento mejor se ajusta a tus posibilidades/necesidades, en esta prueba no hay que ir obligatoriamente por el recorrido, sólo tienes que llegar al refugio que toca. Queda dicho ante posibles impugnaciones –que las habrá- al zancadímetro)

7º tramo Gresolet-Sant Jordi.
El más duro. 1009 metros de desnivel positivo, y casi 700 negativos, y la tralla que ya llevamos, y que ya es de noche, y que baja la temperatura,….. Esta etapa se divide en varias sub-etapas:
a) La primera, que nos lleva desde el Gresolet hasta la pista foresta, que es una larga y sostenida subida, que se hace muy pesada, pero que hacemos con bastante dignidad.
b) El tramo de pista, en el que “soltamos” la ruta de Cavalls entre el Coll de Bauna y el Coll de Bena, más pista, más pista, más …. y un poquito más, en este tramo yo pillo un pedo de los buenos con la luz de frontal “rollo psicodelia”, pero quien la agarra buena es Abel. Va muertecico el pobre (bastante ha durado), reunión de emergencia, y una señal que nos abre una puerta a la esperanza, a poco menos de 300 metros hay un refugio-casa rural, son las 11 de la noche, nos asomamos y hay una fiesta de las buenas, una mega-familia de reunión de fin de semana (esto lo he vivido yo hace poco, no??), comentamos que “el chaval viene un poco torrado, estamos haciendo Cavalls en sub24…… bla, bla, joder, no hay problema, le prometen ducha, cama limpia y desayuno,…. “Salva, nos quedamos???”pensé, y Salva también lo pensó, pero somos Zancadas y hemos venido a lo que hemos venido, Abel ya ha hecho mucho más de lo que le tocaba, en adelante le deberíamos llamar “lo que se puede hacer con un buen par de pelotas”, aunque me parece un poco largo.
c) Un rato después volvemos a lo nuestro, seguimos por pista hasta Els Empedrats, un sitio que es una pasada, baja el curso del río a través de unas paredes escarpadas, formado estanquitos, alguna cascadita,…. muy bonito pero a la una de la madrugada lo que menos te apetece es no acertar a poner el pie en la piedra exacta para no irte al agua, así que con cuidaito empezamos el baile de piedra en piedra, si llegas y no te has mojado, ya se encargan de que tengas que volver al otro lado de nuevo, al final de la jugada, un rato largo cruzando, trepando, saltando…
d) Después de Els Empedrats queda la subida al Sant Jordi, ha bajado la temperatura y aparece la niebla, ya estamos todos, al Cuñao se le acaba la gasolina, yo nunca lo había visto así, …. Empiezan las dudas, “hermano voy sin gasolina, me he quedado vacío”, tranquilo, paramos, comemos, bebemos, nos tranquilizamos y a subir, a ritmo, pero sin prisa, decidimos que si tardamos 26 horas en lugar de 24, no pasa nada, como sin son 28 o 30, hemos venido a acabar, y lo haremos …… optamos por la épica (que grandes somos!!!!). Nos cuesta pero llegamos a Sant Jordi, que por minutos no quiere aparecer y eso que lo tenemos delante.ç

8º tramo Sant Jordi-Rebost.
Casi 900 m. de desnivel negativo, pero con 940 positivos.Hermano, sólo nos queda bajar a Bagá y subir al refugio y seremos finishers, y con el reloj en la mano aún podemos llegar perfectamente. Se empieza a bajar, pero la pista es complicada, enrevesada y parece que no acaba nunca, y de repente, algo que no recordábamos, nos falta una subida (de las buenas) hasta la carretera, le prometo a Salva que si llegamos a la carretera, paramos al primer coche que pase y que nos suba al refugio, que ya nos podíamos considerar finisher, así que para arriba…..Llegamos a la carretera y en un lateral, un coche con las luces interiores “Salva, le digo que nos suban?”, “calla loco que será una parejita, que son las cuatro y pico de la mañana y estarán a lo suyo, subimos y lo que nos cueste!!!!” (este es mi Salva). De repente salta del coche un loco con un frontal en la mano - recordemos que son más de las cuatro de la mañana- y empieza a gritar “COMO VAIS??? ESTAIS HACIENDO CAVALLS, EN CUANTO TIEMPO??, 24 HORAS??? QUE GRANDES!!! DONDE ACABÁIS??? EN EL REBOST, OS QUEDA NADA, ESO ESTA HECHO, SORT, MOLTA SORT, QUE GRANS!!!! Y del coche salta su mujer (frontal en mano) y más de lo mismo, subidón, subidón,…. Menudo subidón. Ellos van a hacerlo en dos días y empiezan en ese momento, nos dicen que nos queda hora y media, y con el reloj compruebo que nos queda una hora y tres cuartos para llegar “on time”, joder que llegamos!!!!.Nos despedimos (momentáneamente) de esta peculiar pareja, y nos disponemos a cruzar el río Gréixer, el año pasado nos mojamos los dos, pero este año ninguno, esto es una señal, y empieza la subida, durísima, paramos, respiramos, vemos los frontales de la pareja de antes que han empezado poco después de nosotros, nos alcanzan, nos vuelven a animar, “SORT, ESTA FET, QUE GRANS”, llegamos al cruce de la carretera, y el panel indicador para senderistas marca media hora hasta el refugio, esto está hecho hermano,…… los últimos metros hacen que en mi caso estalle la emoción del día y me pongo a llorar como una perra, a la vista del refugio nos abrazamos, casi ni hablamos, lo hemos hecho.
SOMOS MUY GRANDES, esto nadie nos lo tiene que contar, me acuerdo de todos los que nos han animado (especialmente los sms de Russafero y Xavi), los que han entrenado con nosotros (Zancadas y no Zancadas), de mis padres, de mi pobre hermano Abel que está en un refugio que me tendré que enterar bien donde está porque no lo sé (menos mal que pille una tarjeta), de mis hijas y de Amparo ….. ah!!! Y también me acuerdo del cabrón del médico que hace un par de meses me dijo que seguramente tendría que dejar de hacer deporte (gracias por no dar ni una!!!!).
A las 7 nos metemos en la cama, y a las 9 ya estoy despierto, el Cuñao sigue durmiendo.

Al despertarse Salva desayunamos, nos duchamos,….. y recibimos la gorra y diploma que nos acredita como finishers sub-24h de Cavalls del Vent 2011, foto desde el Refugio de despedida, últimas xarraetas con los guardas del refugio y unos montañeros vascos que acaban de llegar y a por Abel, que ahora tenemos que volver a Valencia.


GRACIAS a todos y especialmente a mis hermanos Abel y Salva, el año que viene buscamos otra locura más grande.


martes, 19 de julio de 2011

EN LA MONTAÑA (por VICENTE)


Buenas a todos

Como nadie se arranca en colgar nuevas hazañas de los zancadas, y la Tuercelimas lleva mucho tiempo colgada, mando mi escapada de montaña de hace unos días. Advertencia: es sólo montaña, nada de correr, pero espero que entre los zancadas (que sé que los hay) exista afición a subir montañas y se animen para hacer alguna salida.

La excursión que cuelgo es especial. Se trata, nada más y nada menos, de ocho tres miles consecutivos. Quizá uno de los tramos donde más tres miles se pueden subir en una misma jornada sin necesidad de largos y expuestos cresteos de escalada.

El desayuno lo tengo a las seis de la mañana, pero una hora antes comienza a verse lucecillas de frontal en la habitación con los más madrugadores. Estamos en el refugio de Estós, y ayer tarde me costó dos horas llegar desde el parking en el valle de Benasque. Desayuno lo que buenamente dan en el refugio (consejo a los que vais a hacer Cavalls: llevar barritas y geles) y preparo la mochila con lo mínimo, pues la jornada es larga y no quiero peso. Decido dejar los hierros, pues no hay apenas nieve en las cimas.

A las siete menos cuarto salgo del refugio. Atravieso un pinar cargado de humedad, con miles de flores junto al camino, y a los pocos metros comienza la senda a subir. Pronto solo queda el prado, con lirios y otras flores. La senda comienza a subir por terrazas de roca fácil de caminar. En una hora llego al primer ibón y media hora más tarde al ibón superior de Gias. Allí coincido con otro montañero que también va sólo y comenzamos, a muy buen paso, a elevarnos buscando el collado de Gías. Atravesamos un nevero helado con precaución, pues un simple resbalón supondría remojarse en un ibón (lago de montaña) todavía con cascotes de hielo flotando en la superficie. La subida al Puerto de Gías por un canchal fácil de caminar (la bajada será otra cosa, con las piernas molidas del pateo). En dos horas y veinte minutos estoy en el Puerto de Gías, desnivel desde el refugio 1.100 metros.

Aquí toca separarme del montañero que me acompaña después de hidratar y comer una barrita. Mi intención es subir a los Picos Clarabide y al Pico Gías, tres miles muy asequibles. El día es magnífico, soleado, con una temperatura estupenda para estar a tres mil metros. Voy recorriendo la cresta hasta completar los cuatro tres miles previstos. Hago fotos y disfruto de un paisaje increíble. De regreso al collado (Puerto de Gías) veo que es temprano, que estoy fuerte y que al otro lado quedan otro puñado de tresmiles de fácil recorrido. El límite lo pondrá el Gours Blanc, al que ya subí hace veinte años y que sí requiere ir acompañado pues hay que usar cuerda. Desde el collado se suben cuatro tres miles más: Lourde Rocheblave (3104), Torre Armengand (3114) Camboué (3043) y Sain Saud (3003). De estos el más interesante, sin duda, es la Torre Armengand, que requiere una trepada fácil pero con un patio a los lados de varios cientos de metros.

Tras unas horas de pateo por crestas y lomos entre montañas fáciles regreso al collado. Las piernas notan el cansancio y los desniveles, más que cansancio es la sensación de caminar por pedruscos y lajas sueltas. Toca regresar por el camino de subida. Los torrentes de agua ayudan a aguantar el calor de medio día.

Cuando llegó a Estós, ducha y un par de latas para hidratar. Al día siguiente toca más montaña.

A ver si se anima algún zancadas