I GRAN PREMIO TUERCELIMAS

Lo más sorprendente es que nadie de los diez que estábamos a las siete y pocos minutos en Olocau se planteo la posibilidad de suspender la 1ª edición de la TUERCELIMAS, y eso que ya empezaba a hacer frío y sobre todo ya llevaba un buen rato lloviendo intensamente.
Los diez éramos Carles, Vicente (que debutaban con nosotros), Javi (que ya ha salido alguna vez por La Calderona con nosotros) y Pascual, Xufero, El Cuñao, Russafero, Red Tea, el Xato y Web, a quienes nadie podrá ya jamás retirarnos el honor de haber sido los diez primero “finishers” de una prueba que va a quedar como de obligado cumplimiento para los Zancadas junto con la San Silvestre y la Nocturna de Riba-Roja.
Los detalles técnicos de la prueba los tenéis en este enlace http://connect.garmin.com/activity/60111253 y las fotos las subiremos a lo largo de estos días.
El relato de la aventura es más o menos como sigue, y digo más o menos porque tuve la suerte de ir en el grupo que no se perdió, aunque el segundo grupo jamás reconocerá que estuvo un rato “fuera de cobertura”. A las siete y veinte nos ponemos en marcha, bien abrigaditos y con los frontales en marcha, llueve bastante, pero poco a poco empezamos la ruta en busca de nuestro primer “punto de control”, el merendero junto a la Masía del Tristán, a unos 8 Km. de la salida, durante el camino al Xato ya se le han acabado las pilas de su frontal y Salva en un denodado esfuerzo por mantener a Carles como cliente de su oficina, se ha ofrecido a ser porteador de su mochila. Llevamos poco más de una horita y nos vamos dando cuenta de que cada vez llueve más, cada vez hace más frío y que además parece que cada vez estamos más cerca de una intensa lluvia.
Con alegría llegamos al citado punto de control y ante la duda de que en el pico del Gorgo (segundo punto de control) no se pudiera cenar con relativa comodidad, establecemos el campo base en el citado merendero de la Masía del Tristán, momento en el que de las mochilas aparecieron dos botellas de vino, una de orujo, otra de herbero, algún bocadillo, las butifarras de la tía de Red Tea, las longanizas de Russafero, las del Web, turrón, turrón Viena que el Xato había “sustraído” a su hija, ….. Ya quisieran algunas otras pruebas extrem tener el avituallamiento que nosotros tuvimos, en el que además pudimos disfrutar de un café que la mujer de Pascual nos había preparado. Todo esto debajo de un persistente lluvia que nos obligó a ponernos además de todos los refajos que ya vestíamos los chubasqueros. Fotos de rigor para que quede constancia de todo lo que había, y en marcha que aún hemos de subir al Gorgo.
La subida al Gorgo parecía no tener complicación en cuanto a la orientación, pues estaba señalada con indicaciones del Parque de La Calderona, y además Red Tea, Xufero y yo llevábamos nuestros Garmins con la ruta grabada….. Al tran-tran vamos subiendo en dos grupos el A formado por Pascual, Vicente, El Cuñao, el Xato y Web y el B con Carles, Xufero, Red Tea, Russafero y Javi, la distancia era poca y en la oscuridad podíamos ver los frontales del equipo B, hasta que llegamos a un punto después de dos revueltas en que los perdemos de vista, paramos, decidimos esperarlos cinco minutos, siguen sin aparecer (en mi Garmín nosotros estamos sobre la ruta), decidimos retroceder unos metros y sorpresa (desagradable) no se ve a nadie, además la niebla se ha hecho mucho más intensa y apenas podemos ver poco más de dos metros delante de nuestras narices, llegamos a pensar que tal vez nos hubieran pasado aprovechando algún atajo y ya estarían subiendo al Gorgo, en cualquier caso, como el segundo control lo tenemos en el Gorgo, allá nos vamos, aunque con la preocupación de no saber donde estaba el equipo B, que además cada vez había más niebla y la lluvia había pasado a ser agua nieve. Egoístamente yo estaba tranquilo mi Garmin funcionaba y me decía que íbamos bien, Vicente y yo llevábamos pilas de repuesto para el frontal, la petaca de Pascual iba llena de herbero, el Cuñao llevaba aquarius y además yo tenía una navaja que en cualquier momento podríamos usar para comernos al más débil de nosotros o al Xato que como iba sin frontal lo podíamos tirar por cualquier terraplén, en esas iba yo cuando de repente el sonido de una pandereta (si hasta una pandereta había) nos hizo girar la cabeza y cinco frontales que llenos de alegría nos saludaban “hijos de puta, cabrones, borrachos….”, sin lugar a dudas eran ellos. Tras los abrazos por el feliz reencuentro, nos confiesan que optaron por ir por un camino que era de bajadita para luego subir al Gorgo por pista y no por la senda, les dije que menos mal que llevaban el gps, a lo que el Xufero en un arranque de sinceridad dijo que lo usaba como reloj, y Red Tea fue cuando pudo constatar que no lo había puesto en marcha ……. Sin comentarios.
A los pocos minutos hicimos cima (tenía ganas de usar esta expresión) y nos hicimos las fotos con el belén que allí se encuentra y que muchos dudaban allí pudiera estar. Cada vez hace más frío, llueve más y además durante unos momentos ha nevado (nieve de spray, que también subimos al pico, pero nieve al fin y al cabo). La vuelta a Olocau (meta) se hace larga ya que durante mucho tiempo corrió el rumor de que faltaban tres kilómetros, te encontraras donde te encontraras, y además hay mucho barro.Tras reagruparnos en el abrevadero y ahora sí que a sólo tres kilómetros del final, la bajada la hacemos del tirón, hasta los coches. Donde pasadas la una y media de la mañana acabamos de hacernos las fotos de rigor (mortis) y emprendemos viaje de vuelta a casa, con la satisfacción de haber sobrevivido al I Gran Premio Tuercelimas, que sin lugar dudas va a quedar como una prueba mítica en el calendario de las grandes pruebas de montaña.
Como diría “Las Voy a ….” el año que viene repito, seguro.
P.D. Agradecer a “Sherpa” quien finalmente no pudo acudir el haber lanzado en su día la idea de organizar una nocturna, y el habernos enviado la ruto.
P.D.2.- Russafero,visto lo visto, ha decidido comprarse un Garmin esta mañana, me imagino el pánico vivido en ese grupo B, en adelante “Calamity Band”.