CRÓNICA DEL UTME

Antes que todo señalar una cosa que al web se le ha pasado en su crónica. En cuanto al entorno creo que es una de las carreras más bonitas que he hecho en mi vida. Es una zona que yo personalmente no conocía y me ha sorprendido y asombrado, además está muy cerca de Valencia.

En la salida como comenta web mucho cachondeo, yo casi no cojo el impermeable dado el sol que lucía. Le pregunto al Xufero y me dice que lo coja, así que lo pongo en la mochila. Muchas gracias Xufero.

Barbas y yo salimos bien, ritmo suave pero sostenido. Vamos alternando el paisaje de las masías y antiguos cultivos con zonas de bosque. Sobre el km 30 llegamos al “maldito barranco”, tengo que decir que es una maravilla y os recomiendo una excursión por allí. Hace ya un rato que han aparecido las nubes y los truenos y nos cae una que parece que la tiren a pozales. En medio del diluvio llegamos a un puesto de avituallamiento que es un land-rover con tres tíos en la caja jugando a las cartas. Barbas se mete con ellos y se declara en huelga. La verdad es que ya lleva un buen rato jodido con los pies y la lluvia lo ha rematado, pero se ha portado como un valiente y sufriendo ha llegado hasta aquí, que como el que no quiere son 40 km después de la paliza que llevaba del camino de Santiago. Ánimo Dani, que al año que viene repetimos y ya verás como nos resarcimos. Nos dicen que vamos en la posición 50, me espero un poco por si Dani se recupera pero como lo veo obstinado en la partida de cartas me voy con uno que pasa (un tío duro, sin impermeable ni leches). Resulta que es de la zona y me dice que menos mal que llueve porque en ese barranco hace un calor de morirse. Pues menos mal pienso yo.

Enseguida llegamos al muro y yo me voy delante. La verdad es que físicamente me encuentro fenomenal y lo subo muy bien, adelantando a todos los que nos han pasado en el control. El paisaje espectacular. Mientras tanto deja de llover. En Culla bocata de jamón que me sienta como una semana de vacaciones. Al rato vuelve a llover aunque no tan fuerte como en el barranco. Como ya voy calado hasta los huesos no le doy mucha importancia. En Ares, por fin, me puedo cambiar de ropa y me casco dos platos de macarrones y a seguir la marcha. Aquí ya me junto con un chico catalán que va más o menos como yo y ya no nos separaremos hasta la meta. Un poco antes de las 10 encendemos los frontales porque no se ve ni jota. Llevamos muy buen ritmo, corremos en los llanos (pocos) y en las bajadas y andamos (lo que podemos) en las subidas. Durante la noche aun adelantamos a algunos corredores. La noche se ha quedado despejada y la temperatura muy agradable. En Catí otro bocata de jamón. Nos faltan 28 km y nos dicen que el primero que nos lleva más de 3 horas de ventaja aún no ha llegado. No sabemos si reírnos o llorar ya que no contábamos con tanto.

Al salir del control nos dicen que al llegar a la fuente la primera a la derecha, como no vemos la fuente preguntamos a un chico que resulta ir bastante cocido y me dice que “la fuente no sé, pero si quieres cubata” mientras me alarga un vaso con algo verdoso dentro que no parece isotónica. La verdad es que estoy a punto de coger el vaso y quedarme con él.

De aquí a meta ya no vemos a nadie. Al final esprintamos y todo para bajar de las 19 horas. Al llegar nos dicen que 18 horas 57 minutos, posición 23.

Para resumir, la carrera muy bonita, sin palabras para los voluntarios, algo excepcional. El marcaje bastante aceptable, yo tenía un poco de miedo porque no llevaba GPS pero no ha hecho falta, solo un par de despistes durante la noche que no han supuesto más de 10 minutos. En lo personal contento por haber acabado y por las buenas sensaciones durante toda la carrera.

Ánimo a los que no habéis podido terminar, al final es una buena excusa para volverlo a intentar. ¿Qué os parece Alfondeguilla-Javalambre en septiembre? Yo pongo el alojamiento.