PRE-CARRERA.
Hace unos 6 meses que nos apuntamos
varios Zancadas a la
Transvulcania ante un arrebato de ilusión extrem iniciada por
Web.
Desde entonces nos fuimos haciendo un
planning para entrenar una carrera de esta envergadura. Poca idea a lo que nos
enfrentábamos.
Por fin llega el viaje que tantos meses
llevábamos hablando y planeando.
Primer problema: el Presi se da de baja
por motivos laborales, y Web casi sufre una depresión que no levanta cabeza. No
todo está perdido, aún quedamos Gabi (y sus padres Teresa y Gabriel), Juan Carlos (y família:
Babi, Bárbara e Inés), Sergio y Cati, Lobito, Amparo Thelma, Jose y servidora
para animarle.
Nos vemos todos en aeropuerto de Madrid
excepto Lobito que lleva en la isla estudiando su geografía y haciéndose fotos
con todo famoso que se acercara en un radio de 20 m.
Llegamos a la isla bonita.
Tras acomodarnos y comer, unos mejor
que otros, y por turnos, casi se juntó la pizza de Web con nuestros cafés (por
llamarlo de alguna manera), decidimos ir a la Feria del corredor donde recogemos nuestros
dorsales, fotos y poco más. La
Feria no da más de sí.
Conseguimos ver a Lobito que parece un
palmero más, totalmente integrado en la isla, con un amigo que ha conocido
allí, Joseba, un chicarrón del norte, buen chaval.
El día previo a la carrera, decidimos
visitar la isla, al menos una parte de ella.
Esta isla se caracteriza por tener las
poblaciones a hora y media en coche como mínimo y más de 200 curvas, ríete del
camino a La Andilla.
Vamos a la parte más alta de la isla,
“Rock de los muchachos” bautizado por Amparo, no hubo manera de llamarlo Roque
de los muchachos. Quedamos con Lobito por allí…..ya vendrá cuando despierte, ya
que Web y yo decidimos salir del hotel prontito.
Tras varias paraditas para respirar
aire puro, qué mal me sentó el café de calcetín del desayuno, al parecer la Nespresso no ha llegado
a La Palma, por
fin llegamos a nuestro punto de destino. Aparcamos donde nos parece, no hay
nadie por esta zona, no me extraña, lo que nos costó llegar es para no ir.
Decidimos estudiar el terreno. Web, como buen explorador, se da cuenta en el
poder de fijación de la roca volcánica, lo que le proporciona seguridad al
estudiar la baja posibilidad de caída por resbalón. Decidimos estudiar la poca
anchura del camino de la carrera, teniendo “ligeros desniveles” a ambos lados,
que el vértigo no se apodere de nuestra ilusión por correr.
Al volver al coche para seguir el
camino, nos encontramos otro coche junto al nuestro, ¡es Lobito¡, nos ha
encontrado. Decide estudiar también el terreno. Nosotros seguimos nuestra ruta.
Obvio comentar más sobre las curvas que nos seguimos encontrando. Por fin llegamos
a un restaurante recomendado donde decidimos comer (Lobito y Joseba llegan a
tiempo) y reposar. En este momento de tertulia es donde adquirimos las marcas
solares de paleta en brazo, Amparo escote forma picuda. A ver cómo disimulamos
estas marcas.
Volvemos a Los Cancajos, que es dónde
estaba nuestro hotel, para cenar en pizzería “Casablanca”, supuestamente a las
19:30 h. pero en La Palma
las acciones se dan de manera tranquila, no puede ser de otra forma. Salimos
del restaurante casi a las 22h¡¡, debemos dormir lo máximo que podamos porque
el autobús nos recogerá a las 3 am¡¡¡. Intentamos dormir a pesar que tenemos
conciertazo hasta las tantas justo enfrente del hotel donde estaba la feria de
corredor¡¡
DÍA
DE LA CARRERA
Hemos quedado a las 2:45 am en el hotel
para salir a la parada de autobús. A mí, no me apetece desayunar a esa hora.
Además, nos espera hora y media de viaje en autobús con sus curvas¡, mejor
dejar el estómago como está. Juan Carlos, al parecer, hizo caso omiso.
Seis autobuses nos esperan, buena
organización. Zancadas se divide en dos autobuses, mala organización, serán los
nervios¡¡. A Web, Lobito, Jose y a mí, nos toca el “autobusero” listo, que
efectúa un rodeo y acaba llegando el último y dejándonos en la parte superior
del faro. Salimos del autobús donde estábamos calentitos, al frío invernal, el
viento sopla con fuerza. Son las 4:30-4:45 h¡¡. Lobito y Gabi sacan sus mantas
térmicas. Mientras desayunamos los que no lo hemos hecho. El café calentito para
otro día.
Llaman a los corredores de la Ultramaratón para
pasar por control. A continuación nos llaman a los mediomaratonianos para hacer
lo mismo.
Llegan las 5:50h, se nota nerviosismo y
emoción en el ambiente. Ponen la canción de la carrera, ACDC (Thunderstruck),
Juan Carlos se vuelve como loco, no sé si las curvas le han afectado, el frío o
lo que se ha tomado para desayunar, pero lo está dando todo minutos antes de la
salida.
Cuenta atrás y salen los Transvulcanos
a las 6:00 am¡¡¡. Impresionante la salida los que nos quedamos abajo y
observamos.
Por fin¡¡ 6:30h salimos los de la
media, decido quedarme desde la mitad atrás para no hacer mi característica
“arrancada de caballo, parada de burro”. Comenzamos la subida casi de
inmediato. El terreno es igual que arena de playa pero negra. Voy de manera
cómoda, no quiero forzar mucho porque no sé lo que me viene, pero voy avanzando
puestos poco a poco.
Tras el primer avituallamiento se
acerca un chico y me comenta que llevo buena marcha, me pregunta si puede
correr conmigo la carrera. Acepto con la condición que si se ve mejor que
avance, no me importa, pero decide que no, iremos juntos.
Durante la carrera, me va animando, es
un crack dando ánimos, y lo cierto es que subiendo iba yo más lenta, con lo que
decide que yo marque el paso, así no fuerzo más de mis posibilidades.
A mitad de carrera, me dice Javier, que
así se llama mi nuevo compañero, que pare a mire lo que hemos recorrido y lo
que nos rodea.
A veces, nos centramos en avanzar en
las carreras sin darnos cuenta de los paisajes que estamos atravesando.
Seguimos subiendo y llaneando o bajando
poco o nada.
No sé en qué momento, Javi me comenta
que correr esta media maratón es una promesa que se hizo con algo que le
ocurrió hace 4 años y cuando lleguemos a meta me lo contará.
En otro momento de la carrera, no
recuerdo bien, creo que era pasando más de la mitad, Javi lo tengo por delante
y me va animando, levanto la vista para decirle que voy bien y veo a Web¡¡¡ qué
ilusión me hizo¡¡¡ y menudo grito pegué. Le invito a ir juntos al Refugio del
Pilar, nada me hacía más ilusión que llegar con algún Zancadas a meta, pero Web
está “jodido”, su dedo le duele bastante y no sabe cuándo llegará. Además el
camino de arena es lo peor para el dedo porque es el que más utilizas para
avanzar. Web me dice que vaya tirando porque si no se agobiará porque no puede
ir muy rápido. Le entiendo, yo habría hecho lo mismo y sé que si me quedo con
él, Web estará incómodo. Decido entonces seguir, alcanzo a Javi, seguro que
bajó su velocidad para esperarme. El camino sigue siendo de arena, aunque de
piedra más grande, pero arena. Me acuerdo de Web, esto le va a costar.
Por fin una bajada, técnica cero, sigue
siendo de arena por lo que me dejo caer y empiezo a darlo todo, pensando que ya
no hay más subiditas, pues sí, aún tenemos que subir más, por eso le llaman las
Deseadas, ahora lo entiendo.
Durante el recorrido intento hablar con
Javi pero me aconseja que no hable, que me centre en la carrera y en la
respiración. Lo cierto es que nadie habla, Web y yo lo comentamos porque nos
extrañó bastante, era una carrera silenciosa. Xindi no podría hacer esta
carrera, a no ser que practique no hablar.
Por fin pasamos las deseadas¡¡¡
comienza la bajada, me encuentro bien y emocionada, con ganas de bajar y
sobretodo con fuerza para ello. Por fin llega la meta, entramos juntos¡¡¡
Javi entra llorando, muy emocionado. Me
comenta el motivo por el cuál corre esta carrera.
Hace cuatro años le diagnosticaron una
enfermedad que no tiene cura. La medicación le permite tener buena calidad de
vida, de momento. Ante esta noticia, decidió empezar a correr y se puso como
objetivo esta carrera. Perdonad, me salgo de la Crónica y digo “OLE SUS
HUEVOS”. Vuelvo. Hay personas que, ante una noticia así se derrumban y otras
como Javi, son muy valientes y con gran fuerza anímica. Objetivo conseguido¡¡¡
seguro que no será el único. Le deseo muchos objetivos así, y si podemos coincidir
en alguna carrera.
Tras acabar, no sé si web llegará a la
meta de la media. Todo el camino de subida es igual y dudo si esperarlo o no.
Hay poca cobertura, decido bajar a los llanos a meta.
Me encuentro con Amparo, Babi (Bárbara
e Inés) y Cati tras ducha al menos con agua caliente. Viene Web en el siguiente
autobús. Decidimos esperar a Gabi que ya ha pasado por el último control. Llega
una hora más tarde de lo que él espera, para nosotros una máquina, nos ponemos
como locos en cuanto lo vemos, entra en menos de 10 horazas¡¡¡, me parece
impresionante.
A partir de entonces, decidimos esperar
a que vayan llegando el resto de los Zancadas. El siguiente, Lobito, abandona
de forma obligada por un golpe de calor a falta de 11 km¡¡¡. Web va a recogerlo
cuando llega a los Llanos. “La maldición
de la trompeta” según Pedro, se ha cumplido.
El siguiente Juan Carlos, nos comenta
que desde el km 40 que acaba vomitando los efectos del autobús de la mañana, le
cuesta ir tirando, camina más que corre y aún así, llega a meta, con 12
horas¡¡¡. Increible¡¡. Le acompañan a meta Bárbara e Inés emocionadas, pero qué
bien se portaron¡¡
El siguiente Sergio¡¡¡ llega media hora
más tarde. Otro campeón más, otro Transvulcano.
Por fin comprobamos que Jose llega al
último control, los dos anteriores no aparecen, como tampoco da señales de vida
no tenemos ni idea de dónde se encuentra. Espero que a partir de ahora se
acuerde de ir llamando de vez en cuando para no patir.
Menos mal que Amparo estuvo animándome
ante mi preocupación, ya me veía a Jose tirado por cualquier montaña.
Llega a las 14 horas y con buena cara,
ni nos oye los chillidos que le damos, pues nos desgañitamos, que lo sepa.
Tras ducha de Jose, nos volvemos en
taxi-furgoneta, Lobito, su amigo Joseva, Jose, Web, Amparo y yo. En el taxi
tenemos un momento surrealista: Jose le pide al taxista que antes de emprender
el viaje debe salir a vomitar, Joseba le pide al taxista que le abra la puerta
que se le engancha la rodilla y debe estirar, Lobito se pone como loco
diciéndole al taxista que pare el taxímetro. Amparo, Web y yo nos quedamos sin
palabras. Menuda situación¡¡¡
Conseguimos llegar al hotel, sin
vomitar nadie. Tras cena Amparo, Web y yo, que nos quiten lo bailao, nos
volvemos al hotel a descansar.
POST-CARRERA.
Al día siguiente nos vamos yendo en
distintos vuelos. El viaje a llegado a su fin.
Como resumen a la Cronicaza, se puede
decir que ha sido un éxito, es decir, al menos yo, me lo he pasado muy pero que
muy bien. El tema de la carrera, aunque no me creáis ha sido secundario, sólo
una excusa para que estemos algunos Zancadas juntos conociéndonos fuera del
ámbito runner, que también hace esto germanor, ¿no?.
PD:
Disculpad la Cronicaza,
tenía mucho que decir.
Marisa